Retribución en especie: ejemplos y valoración
El tipo de retribución en especie ha ido variando a lo largo del tiempo; en la actualidad, entre los más habituales encontramos acciones en la empresa, seguro médico privado o coche de empresa.
Ejemplo de retribuciones en especie de los declarantes
Como señalábamos, la retribución en especie o salario en especie es sometida a tributación del impuesto sobre la renta, por lo que, para contabilizarlo correctamente, debe someterse a estos bienes a una valoración. Para ello, se tiene en cuenta una normativa específica que delimita el valor de esta retribución en especie y todo ello se debe reflejar en la correspondiente nómina. Veamos algunos ejemplos:
- Coche de empresa. En este caso existen dos posibilidades: que la empresa done el vehículo al trabajador o bien que éste pueda usar el vehículo, pero la propiedad sea de la empresa. En el primer caso, la retribución en especie se calcula teniendo en cuenta el cómputo global de la operación (coste del vehículo, impuesto de matriculación, etc.), mientras que en el segundo, al ser la propiedad de la empresa, la retribución es del 20% del coste de compra (incluido IVA, tributos, etc.)
- Hospedaje, viajes, contratos de seguro. En el caso de utilizarse tarjetas de ticket restaurante existe la exención de tributar hasta 11 euros al día. No entran dentro de la condición, y no debe tributarse por ello, las primas por un coste inferior a los 500 euros anuales en los seguros médicos.
- Vivienda. Para que su uso sea considerado retribución en especie es necesario que sea utilizada a modo particular, de manera gratuita o bien a un precio menor al del mercado. Para ello se toma como referencia para calcular el rendimiento obtenido por el trabajador el 10% del valor catastral.
- Participaciones o acciones en la empresa. Exentas de tributar hasta 12.000 euros, durante tres años y no puede superar el 5% de la participación empresarial.
- Seguro médico privado: para su exención, no puede superar los 500 euros anuales.
- Transporte colectivo de pasajeros sin exceder los 1.500 euros al año.
- Cheques guardería sin límite en su importe.
- Formación y reciclaje de los trabajadores en el desarrollo de su actividad profesional.
La retribución en especie es una de las medidas de compensación más valoradas por los trabajadores, impulsadas por el departamento de comunicación interna, junto con otras más novedosas como el anticipo de nómina y el bienestar financiero.
¿Tiene beneficios fiscales el salario en especie?
Puesto que las retribuciones en especie son rendimientos de trabajo deben aparecer en la declaración de la renta. Recordamos que el pago en especie o salario en especie cotiza a la Seguridad Social, por tanto, da lugar a retenciones del IRPF.
Hay que señalar que algunos de los bienes y servicios recibidos por los empleados no se consideran retribuciones en especie, lo que implica que no tienen la obligación de tributar. La retribución en especie, por tanto, puede suponer un ahorro fiscal en la declaración de la renta, tanto para el empleado como para la empresa. Para el empleador, en concreto, además de convertirse en un instrumento de employer branding para la fidelización del trabajador y retención del talento, le permite obtener beneficios en la negociación del salario y, en casos concretos, realizar una deducción de las cotizaciones a la Seguridad Social.
Como forma de remuneración, la retribución en especie debe especificarse en una cláusula del contrato de trabajo, además de reflejarse en la nómina. Por tanto, se tiene en cuenta a efectos del impuesto de la renta.
Conoce también los beneficios fiscales de la retribución flexible y cómo debe gestionarse.