Cómo una mejor toma de decisiones clínicas puede optimizar la atención al paciente y reducir los costos de la atención médica
Este libro electrónico explora cómo las variaciones en la práctica clínica contribuyen a costos innecesarios de atención médica y resultados subóptimos para los pacientes. Estas variaciones injustificadas, como el exceso o la falta de pruebas, los diagnósticos incorrectos y la mala gestión de los tratamientos, a menudo se derivan de inconsistencias en la toma de decisiones de los profesionales clínicos que se desvían de las guías basadas en la evidencia. El libro electrónico subraya que los esfuerzos de reducción de costos por sí solos son insuficientes; las organizaciones de atención médica deben abordar la variabilidad desde su origen, apoyando a los profesionales clínicos con recursos oportunos basados en la evidencia y herramientas de apoyo a la toma de decisiones integradas en los flujos de trabajo clínicos.
Un tema central es la importancia de empoderar a los profesionales clínicos con un acceso rápido y confiable al conocimiento clínico actualizado, especialmente dada la evolución de los roles dentro de los equipos de atención y la mayor complejidad de la atención pospandemia. Muchos profesionales clínicos se enfrentan con frecuencia a preguntas clínicas sin respuesta debido a las limitaciones de tiempo, lo que puede provocar errores o la pérdida de oportunidades de aprendizaje. Incorporar recursos de información confiables y centralizados en los flujos de trabajo diarios, como las historias clínicas electrónicas, es esencial para mitigar las brechas de conocimiento. Promover la colaboración y la estandarización entre equipos también ayuda a reducir prácticas conflictivas y garantiza una atención coordinada y centrada en el paciente.
El documento también promueve la adopción de vías clínicas para estandarizar la atención y reducir la variabilidad en afecciones de alto impacto como la fibrilación auricular, la diabetes y la EPOC. Estas vías ayudan a los profesionales clínicos a abordar puntos de decisión complejos al integrar los factores específicos del paciente con las últimas directrices. El informe concluye que reducir la variación injustificada en la atención requiere un enfoque sistémico y coordinado que implica la participación continua de los profesionales clínicos, la integración de tecnología y la evaluación continua de las prácticas. Esta estrategia busca mejorar los resultados de los pacientes, optimizar la eficiencia operativa y controlar los costos en todos los sistemas de salud.
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